viernes, 21 de agosto de 2015

CONSEJOS PARA ENSEÑAR


El baile es una de las actividades más gratificantes que existen; además de que es una manera muy práctica para que los niños puedan desinhibirse y perder la vergüenza, supone una actividad física muy importante para los niños y niñas pequeños. Aprender a bailar puede servir a los niños para un baile del colegio, un festival, una fiesta… saber coordinar y seguir el ritmo de la música es algo que les valdrá para toda la vida si lo aprenden de pequeños.
Si eres un papá o una mamá y ves que tu hijo o tu hija tienen dotes para convertirse en futuros grandes bailadores, además de los cursos de baile y danza, puedes seguir algunos de estos consejos para enseñar a los niños a bailar y perder la vergüenza.

*Consejos para enseñar a los niños a bailar

No todos los niños y niñas están igualmente dotados para el baile; unos parece que llevan la música en la sangre, y otros no tienen mucho sentido del ritmo y, cuando tienen que bailar en alguna actividad del colegio, parece que están rígidos y agarrotados. Aunque nadie se muere por no aprender a bailar, siempre es una cosa que conviene saber y probablemente les ayudará a ser más desinhibidos en la adolescencia.
Para enseñar a niños y niñas a bailar, habrá que tener en cuenta cada detalle:
1. Intenta poner una música de baile en cada ocasión que puedas. Si eres profesor o profesora de educación física, el gimnasio será una excelente ocasión; las actividades de aeróbic están a medio camino entre el baile y la gimnasia, con lo que si sólo tienen que imitar tus movimientos, a todos les será más fácil.
2. Crea un ambiente musical: a muchas niñas pequeñas les gustan las bailarinas y de mayor les gustaría convertirse en una. Hay diversos juguetes de música que pueden ayudarles a ser más propensos al baile desde pequeños, desde unas castañuelas para las futuras bailadoras de flamenco, hasta una guitarra de juguete.
3. Ayúdale a desagarrotarse: el gran problema cuando se da una clase de baile es que algunos niños están nerviosos, agarrotados y sus movimientos son rígidos. El profesor debe detectar rápidamente esta situación y ayudar a estos niños a distender sus extremidades y sentir la música en el cuerpo. Si es necesario, después de la clase, para que vean lo que se puede hacer sin el “factor vergüenza” y ganen confianza en sí mismos.
4. Genera confianza: una de las mayores dificultades en los niños para el baile (y no sólo en los niños) es la vergüenza. “¿Qué van a decir mis compañeros?”. Para combatir esto, hay que asegurarse de que todos los niños bailen y crear un ambiente de equipo, trabajar mucho la mente de cada uno. Hazles entender que es algo serio, como un partido que hay que ganar, no sólo un juego.
5. Haz grupos de baile por tipos de música: no se puede pretender que todos los niños bailen el mismo estilo de música. A veces éste es el problema. Unos quieren rock duro, y a otros les va más el pop. En ocasiones no son conscientes de ello; sólo piensan “esta música es muy de chica” y la sensación de ridículo está asegurada. Intenta ver, por su carácter, qué estilo de música va más con cada uno.

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